NO PASARAN!
NI CON CAMIONES, NI CON PALOS, NI CON BALAS...
No es NO!
El
pasado sábado 12 de mayo, la policía de Fiambalá que escoltaba a tres
camiones de transporte vacíos de la empresa Bajo de la Alumbrera en
camino hacia Chile, reprimió salvajemente a miembros de la Asamblea de
Ciudadanos por el Agua y por la Vida, de Tinogasta, que cumplían sus
guardias en la ruta nacional 60 con el fin de evitar el paso de los
camiones con explosivos, químicos y maquinaria para ser utilizados por
la megaminera. En este acto, la policía detuvo a tres compañeros: Darío
Moreno de Tinogasta, Ezequiel Koch de Chilecito y Eduardo Argañaráz de
San Fernando del Valle de Catamarca, que se encontraban acompañando la
lucha de la asamblea. Los asambleístas no fueron trasladados a la
comisaría de Tinogasta, sino que fueron llevados, incomunicados, al
pueblo de Fiambalá, a más de 50km, golpeándolos durante el camino. Por
aproximadamente dos horas no se supo el paradero de los compañeros,
siendo virtualmente secuestrados por las fuerzas represivas.
El
pueblo de Tinogasta respondió rápidamente ante estos hechos. Además de
mantenerse activos en la ruta, llevaron adelante un escrache a la
comisaría, exigiendo la aparición de los compañeros detenidos. También
se llevaron a cabo concentraciones, radios abiertas y conferencias de
prensa en distintos lugares del país, entre otros, San Salvador de
Jujuy, Departamentos de Quebracho
y Villa Ojo de Agua (Santiago del Estero), Andalgalá (Catamarca), San
Miguel de Tucumán, Mendoza capital, Chilecito (La Rioja), La Rioja
capital, Córdoba capital y Ciudad de Buenos Aires.
Lejos
de amedrentar a quienes luchan contra le megaminería, la represión y
persecución fortalecieron el bloqueo selectivo e informativo, el cual se
mantiene en pie desde el 29 de enero de este año.
Luego de varias horas de presión popular en todo el país, los luchadores fueron liberados.
Estos
sucesos se enmarcan en una serie de acciones por parte de todas las
aristas gubernamentales. Los gobiernos no proponen ningún tipo de
diálogo a la asamblea, sólo hay represión, presiones de todo tipo que
intentan comprar voluntades y acusaciones infundadas.
Por
un lado, el intendente municipal Hugo “grillo” Ávila, siguiendo los
lineamientos de “su” gobernadora y “su” presidenta, lleva adelante una
campaña mediática para desprestigiar y quitar legitimidad la
lucha de los compañeros y compañeras que, por más de 100 días, vienen
sosteniendo el bloqueo selectivo e informativo sobre la ruta nacional
60.
Por el otro, el gobierno provincial de Lucía Corpacci, del Frente para
la Victoria, avanza con el desarrollo de la megaminería, conformando la
Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), y desoyendo los
reclamos de quienes hace años se encuentran exigiendo por el cierre de
las empresas megamineras en la provincia. Al mismo tiempo, reprime y
judicializa a todas las asambleas en lucha de la provincia, además de
avalar las patotas promineras gestadas por las empresas transnacionales.
En este sentido, no alcanzó con las amenazas del presidente de la Corte
de Justicia de Catamarca, José Ricardo Cáceres, quien llegó a plantear
que se iba a levantar los cortes así fuera usando "perros, camiones
hidrantes, gases y balas de goma". Las palabras se hicieron acciones a
través de la imputación de 51 asambleístas de Tinogasta con argumentos
inventados como desobediencia judicial, el entorpecimiento del tránsito
terrestre e incluso la figura de atentado.
Finalmente,
el gobierno nacional se embarca en una campaña permanente por
desacreditar las luchas contra la megaminería. La creación de falsos
argumentos, acompañados por el ya conocido intento maniqueísta de
desviar los conflictos a posturas de blanco sobre negro, no hacen más
que confundir los puntos centrales del conflicto. Intentan esconder lo
evidente: la sociedad de este gobierno con las empresas transnacionales,
en detrimento de los intereses del pueblo. Cristina Fernández impulsa
un falso debate que no ha calado en la población: “minería sí o minería
no”.
Como dijimos en
anteriores oportunidades, este gobierno sostiene un modelo que expresa
lo más rancio del consenso de Washington y el neoliberalismo impuesto
por el Banco Mundial en toda América Latina en los ’90. Sostiene un
modelo que prioriza la exportación de materias primas, que genera
millonarias ganancias para unas pocas empresas, por sobre las
necesidades de nuestros pueblos. Prioriza el saqueo de nuestros bienes
comunes, la destrucción de nuestras montañas, el deterioro de nuestras
economías regionales y la enfermedad de nuestras poblaciones en pos del
desarrollo de sólo unos pocos.
Quienes luchamos
contra este modelo creemos que es necesario trabajar en un debate social
que signifique dejar de pensar que vivimos en un ‘postneoliberalismo’,
cuando actualmente se da continuidad y se profundizan las increíbles
prebendas que la legislación del menemismo (Ley 24.196 y correlativas)
le otorgan a las grandes transnacionales mineras, hoy usufructuarias del
agua y los minerales de nuestra cordillera. Es necesario que el
gobierno deje de hablar de ‘políticas de inclusión social’ cuando se
promueve un modelo minero-extractivista con nulo impacto en el empleo y
efectos negativos en la matriz energética y productiva del país.
Finalmente, exigimos un debate que no apele irresponsablemente a
sentimientos nacionalistas para embanderar la defensa de la soberanía y
usarla en contra de quienes estamos también luchando contra las nuevas
modalidades del colonialismo, por este gobierno profundizado.
Y
nuestra lucha suma innumerables gestos de apoyo a lo largo y ancho del
país. La represión y persecución de nuestros compañeros no hace más que
multiplicar las voces de más y más vecinos, asambleas y organizaciones
sociales, que reclaman porque se respete la autodeterminación de los
pueblos en lucha contra la megaminería.
Desde
la Unión de Asambleas Ciudadanas acompañamos con un sinnúmero de
acciones. Desde la declaración del carácter nacional del bloqueo
selectivo e informativo de Tinogasta, hasta el impulso de una carta
pública en apoyo al bloqueo que fue acompañada por aproximadamente 100
asambleas, agrupaciones estudiantiles, organismos de Derechos Humanos y
organizaciones sociales de todo el país. Desde el inicio de la “Campaña
Nacional por la Soberanía, contra el Saqueo y la Contaminación” a
principios de abril en la mismísima plaza principal de Tinogasta, hasta
nuestra presencia en las calles, acompañando y apoyando las medidas de
quienes se encuentran en los cortes.
¡Tinogasta resiste!
¡Ni una megaminera más en Argentina!
¡Si tocan a uno, nos tocan a todos!
¡Derogación de las Leyes mineras!
¡Desprocesamiento YA de los luchadores y luchadoras!
¡Derogación de la Ley Antiterrorista!
¡Paren de reprimir!
¡Respeto a la Autodeterminación de los Pueblos!
¡Cuidado del agua, derecho fundamental para la vida de todos y todas!