miércoles, 19 de agosto de 2009

NO A LOS DESPIDOS EN TERRABUSI-KRAFT

El martes 18 de agosto la empresa norteamericana Terrabusi-Kraft despidió a 160 trabajadores de la planta de General Pacheco, incluidos miembros de la Comisión Interna y Delegados de sección.

Durante el mes de julio de este año los trabajadores tomaron en sus manos la emergencia sanitaria por la Gripe A, ante la desidia de la empresa, que no tomó medida alguna. Con movilizaciones, paros y tomas de las puertas exigieron que se tomen las medidas de higiene necesarias y se de asueto al personal, entre el que ya se contaban varios casos de Gripe A. Ahora la empresa imperialista acusa a los despedidos de haber protagonizado hechos de violencia y de “privación ilegítima de la libertad” y pide el desafuero de toda la Comisión Interna.

Frente a los despidos, los trabajadores, discutiendo en las secciones y en asambleas generales, decidieron el paro y la ocupación de la planta, haciendo entrar a todos los despedidos. La contundente respuesta de los trabajadores obligó que hasta Daer y Moyano tengan que reconocer la lucha.

A la noche del mismo martes 18 el Ministerio de Trabajo y el Sindicato de la Alimentación firmaron la conciliación obligatoria, pero no fue acatada por la empresa, que intentó que dejar afuera los despedidos, pero los trabajadores los hicieron entrar igual pasando por arriba de las vallas. El paro sigue y los trabajadores se mantienen en asamblea permanente reclamando que no haya ni un solo despido.

Terrabusi-Kraft es un monopolio norteamericano que se dedica principalmente a la producción de galletitas y alfajores, y en su planta de General Pacheco trabajan 2.7000 personas. Durante estos años de Gobierno kirchnerista Terrabusi embolsó enormes ganancias, a costa de la super-explotación y flexibilización de sus trabajadores.

Con la política del Gobierno K somos los trabajadores y los sectores populares los que estamos pagando los platos rotos de la crisis económica internacional. Los despidos en Terrabusi se suman a los despidos y suspensiones en General Motors, Paraná Metal, Mahle, Massuh, Indugraf, etc. que fueron enfrentados por sus trabajadores. Como dice una declaración de la Comisión Interna de Terrabusi del 6 de febrero: "Ahora ante el inicio de esta tremenda crisis económica que estalló, buscan descargarla sobre las espaldas de los trabajadores. [...] Los trabajadores de Terrabusi no estamos dispuestos a ser el pato de la boda. No podemos encima quedar en la calle y pasar a engrosar la lista de millones de argentinos que están desocupados".

A su vez, los despidos en Terrabusi son expresión de la política del imperialismo norteamericano, que descarga la crisis sobre los países dependientes como el nuestro, al mismo tiempo que aumenta su ofensiva sobre América Latina con el Golpe de Estado en Honduras y la instalación de las bases militares en Colombia.

No es el primer ataque contra los trabajadores de Terrabusi y su Comisión Interna. En abril de este año se logró un muy importante triunfo al conseguir la absolución de Ramón Bogado, coordinador de la Comisión Interna. Había sido enjuiciado por un corte de la Panamericana en el 2007 (en el que participaron 1.200 trabajdores) en el marco de una lucha por aumento salarial, por la efectivización de los trabajadores contratados y por las categorías. La movilización y la gran solidaridad popular lograron frenar este juicio.

La Comisión Interna de Terrabusi es una Comisión Interna recuperada por los trabajadores, que en estos años ha protagonizado grandes luchas: por aumento salarial, rompiendo los topes salariales pactados entre el Gobierno y la CGT; logrando la efectivización de los contratados, consiguiendo un jardín maternal (es la única multinacional que tiene uno), etc. Y el año pasado los trabajadores de Terrabusi dieron un importante paso en la profundización de la democracia obrera, logrando la elección de Delegados de sección, al margen de la dirección del Gremio (Daer), contra la voluntad de la empresa y sin el consentimiento del Ministerio de Trabajo.

Es necesaria la más amplia solidaridad con los trabajadores de Terrabusi. La unidad obrera, estudiantil y popular es la única garantía para que la crisis no la pague el pueblo. ¡Ni un solo despido en Terrabusi!

La Corriente - CEPA